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martes, 28 de agosto de 2018

Galería de fotos de niños ferales









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Aportación

En definitiva, el desarrollo óptimo e integral del niños está correlacionado con los estímulos que recibe y las condiciones ambientales donde se desenvuelve. Cuando existe una buena la estimulación sensorial, afectiva y social, se potencializa sus capacidades funciones cognitivas. En el caso de que el niño se desenvuelva en un entorno poco estimulante, riesgoso o completamente aislado, su cuerpo se adaptará a las necesidades que presenta y las estructuras cerebrales nco se desarrollarán completamente, lo que provoca un déficit en las áreas previamente mencionadas.

Por ello, es importante que los niños crezcan en un ambiente estimulante para que alcancen a desarrollar su máximo potencial. Aprovechar los períodos críticos de cada etapa y la plasticidad cerebral para que aprendan diferentes habilidades y destrezas que les será útil a lo largo de toda su vida.

Caso de Genie

En Estados Unidos se viralizó el caso de una niña llamada Genie. Al presentar un ligero atraso en el desarrollo del lenguaje, un médico familiar la diagnosticó con retraso mental. Por lo cual, su padre decidió prohibir cualquier contacto con el mundo exterior manteniéndola en su casa con sólo un pañal puesto y atada a una silla-orinal, desde sus primeros años de vida hasta la adolescencia. En las noches el papá la ataba y la ponía dentro de una jaula que se encontraba dentro de una bolsa de dormir. Si ella producía algún sonido la golpeaba o la asustaba. No sabía comer ni ir al baño por ella misma, él era el que la alimentaba con comida de bebé, cereales y huevo (Quiroga, 2015).
Cuando las autoridades la rescataron, la llevaron al hospital infantil de Los Ángeles donde trataron su caso. Como nunca antes había utilizado ropa, no tenía sensibilización con los cambios de temperatura; no sabía masticar y le costaba mucho trabajo tragar; no tenía fuerza en sus piernas; siempre evitaba emitir sonido alguno así que sólo logró decir algunas palabras. Su comportamiento era casi inhumano. Tiempo después de que concluyera la investigación de su caso, encontraron a Genie en un hospital psiquiátrico. (Ferrer, 2014).
Genie, durante toda su infancia, estuvo privada de estímulos al no poder hablar e interactuar con su medio ni relacionarse con otras personas y tampoco logró aprender las funciones cognitivas al querer reeducarla dentro del hospital infantil. El período crítico para el desarrollo de esas funciones ya había concluido, y a pesar de que se encontraba en un lugar donde le brindaban estimulación no logró readaptarse, o en otras palabras humanizarse, porque cuando su cerebro estaba preparado para aprender estas funciones, no recibió la estimulación adecuada ni interactúo con un medio “humano” (Mendoza, 1999).
Existen muchos casos similares a los de Genie, que demuestran que las capacidades cognitivas, sociales, emocionales y físicas se ven afectadas por del ambiente y las experiencias en donde crecieron los niños durante los primeros años de su vida. Estas condiciones internas y externas definieron el comportamiento y el desempeño de las funciones neuropsicológicas de los niños. Presentaron problemas de alimentación y socialización, deformación de la postura corporal, poco lenguaje, comportamiento agresivo (similar al de un animal), entre otras características (Cruz y Durán, 2016).
Video: MensSuperMateriam.(2009, Agosto 9). Mi Gran Cerebro: la niña salvaje. Recupero de: https://www.youtube.com/watch?v=R1vgUSTyPWk

Privación de estímulos

Existen casos de niños que fueron privados de estímulos a una edad temprana por diferentes cuestiones. La privación sensorial es la imposibilidad, carencia o falta de estímulo en alguien que puede realizar una acción ante dicho estímulo (Universidad Nacional de Educación a Distancia, R.A.E., 2018). Psicólogos de la Universidad de McGill en Canadá realizaron estudios para conocer las consecuencias de la privación sensorial. Los resultados de este estudio comprobaron que la privación sensorial extrema, como el aislamiento de la sociedad, tiene efectos para el desarrollo de la percepción, la cognición, el aprendizaje y las destrezas motoras (Ardila, 2017).
Desafortunadamente, existen casos en donde niños se ven expuestos a condiciones inadecuadas y sin la presencia de estímulos sensoriales. A estos niños se les conoce comúnmente como “niños ferales” o “niños salvajes” (Radford y André, 2009). La mayoría de ellos vivieron con animales desde la infancia, alejados de la sociedad, viviendo solos, en bosques e incluso en casas pero sin recibir algún estímulo por parte de sus “cuidadores” (Salgado y Espinosa, 2014).

Casanova (2016), menciona que los primeros años de vida forman un período crítico para el aprendizaje y, debido a la escasez de estímulos exteriores durante este período crítico, se puede ver influido la adquisición de las bases neurológicas y psíquicas del ser humano. Se desconoce el porqué estos niños fueron abandonados y se especula que principalmente por problemas mentales o físicos (Salgado y Espinosa, 2014).

La estimulación temprana

La estimulación es la acción de incitar un órgano sensorial para recibir una respuesta (Real Academia Española, 2018). La estimulación temprana es el proceso mediante el cual se estimula el desarrollo cognitivo, físico y emocional de un niño a través de diferentes dinámicas lúdicas con el objetivo de desarrollar al máximo su potencial (Morales, Guibovich y Yábar, 2014). Para que exista una buena estimulación, el niño debe de tener la oportunidad de vivir diferentes experiencias y procesar la información que está recibiendo por sus sentidos (Centro Cadis, 2016).
Es fundamental que exista una estimulación a temprana edad, específicamente durante los primeros seis años de vida del infante, debido a que es la etapa donde existe una gran cantidad de sinapsis que permite la adquisición de las estructuras neuropsicológicas, siendo estas la base de las funciones cognitivas como es el lenguaje, las gnosias, las praxias, el pensamiento, entre otros. Al estimular oportunamente, se puede prevenir la aparición de déficits cognitivos, biológicos y sociales (Gónzalez, 2007).
En los primeros años de vida, el cerebro tiene la habilidad de moldearse con facilidad debido a la plasticidad cerebral. Esta es la capacidad que tiene el sistema nervioso para moldear la estructura y funciones del cerebro con la finalidad de adaptarse a las demandas del medio y compensar funciones de algunas áreas que se pudieron dañar. La plasticidad cerebral depende de las experiencias y estímulos que recibe el niño de su entorno (Gónzalez, 2007; Radford y André, 2009).

Durante el desarrollo integral del niño, existen tiempos oportunos donde se producen las condiciones biológicas por la madurez cerebral y conexiones neuronales para aprender habilidades y destrezas.  A este tiempo se le conoce como períodos críticos y ser durante los primeros tres años de vida (Monsalve y Núñez, 2006). Una vez que los períodos críticos pasan, el proceso de compensación de funciones cerebrales se vuelve más complejo debido a que las conexiones neuronales ya se establecieron e implica un mayor esfuerzo el poder moldearlas (Salgado y Espinosa, 2014).

Referencias de la información proporcionada

Ardila, R. (2017). Privación sensorial. Revista Interamericana de Psicologia/Interamerican Journal of Psychology, 4(3 & 4).
Casanova, M(2016). Los niños salvajes o silvestres y el autismo. Recuperado de: https://autismodiario.org/2016/03/13/los-ninos-salvajes-silvestres-autismo/
Centro Cadis (2016) Programas de estimulación temprana. Recuperado de: http://www.centrocadis.com/programas-pet/
Cruz, L. y Durán, P. (2016) Niños salvajes y desarrollo cerebral. Recuperado de: http://www.psicologosmadridcapital.com/blog/ninos-salvajes-y-desarrollo-cerebral/
Ferrer, A. M. F. (2014). La noción del Período Crítico y los intentos de educación de “Niños Salvajes”. Universitas Tarraconensis. Revista de Ciències de l'Educació, 1(1), 69-81
González, C. I. (2007). Los programas de estimulación temprana desde la perspectiva del maestro. Liberabit, 13(13), 19-27
Mendoza, F. M. (1999). La estimulación temprana: enfoques, problemáticas y proyecciones [PDF]. Recuperado de: file://srvctxfiles/ahdoc$/Vsga215/Desktop/ed.%20temprana%20%20F.%20Mtz.%20Mendoza.pdf
Monsalve, A., & Núñez, F. (2006). La importancia del diagnóstico e intervención temprana para el desarrollo de los niños sordos: Los programas de detección precoz de la hipoacusia. Psychosocial Intervention, 15(1), 7-28
Morales, S., Guibovich, A., & Yábar, M. (2014). Psicoprofilaxis Obstétrica: Actualización, definiciones y conceptos. Horizonte Médico, 14(4), 53-57
Quiroga, N., (2015). “Niños Salvajes” que pasaron su infancia entre animales. Recuperado de: https://www.yorokobu.es/ninos-salvajes/
Radford, L., & André, M. (2009). Cerebro, cognición y matemáticas. Revista latinoamericana de investigación en matemática educativa, 12(2), 215-250.
Real Academia Española (2018) Diccionario. Recuperado de: http://www.rae.es/
Salgado, A. y Espinosa  N. (2014) "Dificultades en el Aprendizaje y Autismo". Madrid: Grupo Cultural


Universidad Nacional de Educación a Distancia (s.f.). Glosario de términos usuales en psicología del aprendizaje. Recuperado de: https://www2.uned.es/psico-4-psicologia-del-aprendizaje/glosario.html

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